sábado, 5 de diciembre de 2009

Derecho a protesta



Ha habido momentos en estos cinco meses en los que ha habitado el olvido en mí. Cinco meses en los que este blog no ha vivido a pesar de las protestas estudiantiles en vuestra universidad. Un acontecimiento que habría que analizar, comentar, discutir, contar, respirar. Al menos para que este olvido que es la distancia sea sólo físico y no emocional.
Ha sido curioso recibir aún en mi correo fotos de la ocupación del Casino y en una de ellas he sentido cierto halo de nostalgia: al fondo el edificio con alguna pancarta; al frente, insolente, abandonada a su suerte, una vieja pizarra. Esa misma vieja pizarra que vino conmigo al Casino el primer día que tuve que dar mi primera clase en el aula 1.812(creo recordar que ese es o era su número). En realidad no vino conmigo sino que la mandé llamar y allí en el Casino, cambiando de aula,se quedó, hasta que los estudiantes la sacaron para hacer de ángel anunciador de la protesta.
No sé si habrá sobrevivido al vandalismo, pero quizá por ella me ha dado una pena enorme ver cómo ha quedado el edificio. Derecho a protesta´, sí, pero si uno estudia es para saber argumentar. La protesta no es un acto de fuerza sino de inteligencia.
(Foto: flickr.de, Página web Universidad de Frankfurt)