jueves, 31 de enero de 2008

Teatro romano de Sagunto

Parece que esta localidad siempre tiene las de perder. Aníbal ya lo intuyó. Parece ser que se hizo una gran pifiada con la restauración de su teatro romano en los ochenta. Desde entonces muchos están descontentos y otros defienden a capa y espada la intervención. Parece ser que la cosa- cómo no- se está politizando y ahora salen muchos a decir que un fallo del tribunal supremo es una barbaridad contra la expresión artística porque en este caso es una sentencia política. Cito lo que firman 1.100 culturetas de turno asociados a eso que llaman manifiesto cultural y que últimamente se está convirtiendo en arma arrojadiza política:
"Una obra artística -añaden- puede gustar o no, pero llevarla a los tribunales de justicia sienta un precedente preocupante que afecta a la libertad de la que debe gozar la cultura. La confrontación política no puede invadir el espacio creativo que debe a toda costa preservar su autonomía. La creación artística debe permanecer al margen de la batalla política porque, en caso contrario, resulta herida de muerte". ( El Mundo 31-01-2008)
Personalmente creo que no debería remodelarse de nuevo puesto que su devolución al estado original es imposible. Pero tampoco se me ocurre defender que una restauración haya de malograrse para crear a su costa una obra artística fruto de dos arquitectos afamadísimos y por ende casi intocables. Este emblema del enclave saguntino murió el día en el que le colocaron toneladas de mármol para recubrirlo puesto que al anclarlas a las piedras originales y pegarlas a ellas se hicieron, digámoslo así, indisolubles. La obra artística se fundamentó en la pérdida de un tesoro arquitectónico. Fue una auténtica deconstrucción que quizá en los ochenta permitió a unos cuantos ir de progresistas. Hoy día se entiende tal actuación como una barbaridad. Nadie puede imaginar el Coliseo romano reconstruido con un envoltorio de mármol" nuevo de trinqui". Y ahora, en vez de buscar el consenso social e institucional para no empeorar las cosas, se intenta politizar el asunto de nuevo. Nadie quiere ceder. Nadie quiere perder. Nadie menos el Teatro romano de Sagunto.

viernes, 25 de enero de 2008

La picaresca

Ni del Lazarillo ni del Buscón voy a hablarles sino de todos esos pícaros tan anónimos que siguen la tradición por los siglos de los siglos. En concreto, hoy me ocupan los pícaros estudiantiles. Esos aguerridos "timadores" que quieren dar al profesor gato por liebre.

Si me pongo a recordar mi época estudiantil, no puedo más que decirles que vi de todo. Yo sí, porque los profesores que nos cuidaban, parece que no vieron mucho aunque se dice que el mejor antídoto para un copión es un profesor, ya que se conoce todos los trucos.

En mi caso vi mucho pero hice poco. Yo he sido muy cobarde para copiar. Era de las que pensando cómo articular la pregunta del examen se ponía roja por si el profesor llegaba a pensar que estaba copiando. A lo máximo que llegué fue a anotarme algunas cosas de las laringales para mi examen de morfología latina en la facultad, que de poco me sirvieron porque sólo me apunté en el diccionario las que me eran útliles para la formación de los participios de pasado pasivo y me salieron otras muchas clases de palabras de cuyas laringales ni me acordaba yo ni el diccionario. Aquel examen de latín fue el más largo de mi historia: 8 horas de literatura, morfología y traducción latinas. Todo un día que incluso llegué a disfrutar. Al final de la jornada me hubiera gustado haber estudiado más para hacer mejor examen. Creo que la literatura y la traducción me salvó de la quema.

Mi fuerte radicaba en "soplar". Llegué a dictar un examen entero a una compañera en Crítica literaria. Eso sí, no sé cómo lo redactó que sacó más nota que yo. Cosas de la vida.

Yo no tuve práctica en hacer chuletas en parte porque desistí enseguida al comprobar que aquello no era para mí puesto que la primera vez que me pasaron una chuleta en mi vida fue a los quince años para un examen de ética cuyo tema era "El individuo" y esta individua que soy yo se la tuvo que comer antes de utilizarla.

Ya ven, una inútil he sido. Aquí seguro que algunos de ustedes tendán más experiencia que yo. De algunos no lo puedo ni suponer puesto que sé que incluso darán consejos de cómo copiar y no ser descubierto. Pero no crean que quería hablarles de mí, no en absoluto, qué va... No, en realidad todo era una excusa para hacer notar un aspecto cultural propio de lo hispano. La picaresca hispana se ha mantenido en el ámbito estudiantil. Este hecho, comparándolo con el mundo universitario alemán, que es el que puedo mejor analizar, es significativo de nuestra idiosincrasia. Aquí los alumnos son muy nobles. En el mundo hispano recurren a las chuletas digitales, a los teléfonos móviles, a los pinglanillos... Tanto es así que hay gente que presume ser abogado o médico sin haber estudiado leyes o anatomía en su vida y sin tener que llegar a comprar el título.

Según un artículo en el suplemento Aula del periódico El mundo, hay estudiantes que gastan 900 Euros para "comprar el aprobado". Me asusta esa falta de ética y me asusta tener que dar con mis huesos en una clínica donde el matasanos copió tanto que lo único que puede hacer es jugar a médicos. A eso ya jugué en la guardería.

Sin embargo, habría que preguntarse por qué se copia tanto al menos en España pero también supongo que en El Perú, Colombia, Ecuador, Venezuela,... La razón en la mayoría de los casos es un sistema de evaluación obsoleto y unos contenidos que siguen una tradición universitaria pre- sesentayochista. El sistema habría de realizar algunos cambios y adecuarse más a las necesidades de sus alumnos. Personalmente estoy muy agradecida a mi formación académica pero aún así creo que exámenes de 8 horas para una asignatura anual no deberían existir, ni siquiera de cuatro. Me pregunto si deberían existir los exámenes tal cual. Más bien deberíamos propugnar por un sistema de evaluación que midiese las estrategias y competencias adquiridas para hacer una tarea final.

miércoles, 23 de enero de 2008

La cueeeeeesta de enero. ¡Uff!


Me las había prometido tan bien. Pensaba yo que este año me iba a resultar más fácil, ameno y ligero el llegar a ese fatídico 31 de enero que marca el verdadero inicio del nuevo periodo. Hasta este día acostumbro a flotar en una nube espesa y gris, ocasionada por los excesos no tan excesivos que caracterizan a esas fiestas tan entrañables que se llaman Navidades.

No es tanto el turrón consumido como la carencia de fluidez económica lo que convierte a enero en un mes algo correoso. Los días son largos, los cafés caros y la ropa, como por arte de magia, presenta agujeros escandalosos, lamparones acusadores, desgastes innobles. De los zapatos ni hablo, pero aconsejo a los que me conocen no deslizar su mirada a mis pies...Estos están aún peor que mi estómago.

Pero nos iremos recuperando. De hecho, esta contribución en Goetheando supone un claro en la oscuridad que se me quedó del brasero, los alfajores y las conversaciones con mi madre (perdona mamá, no fue culpa tuya sino de los vahídos provocados por el asado de cordero realizado en aquellos días). Así que aquí de nuevo, entrenando los dedos y estirando un poquito la membrana cerebral para ver que sale. Como veis, bien poco.

En cualquier caso, no quería dejar pasar este mes sin desear un buen 2008 a todos los que nos lean o solo nos visiten por cortesía. Y aprovecho también para saludar a las nuevas plumas que nos regalan con su presencia virtual. En breve y con algo de suerte llegaremos a los 3000 visitantes....Que queréis que os diga, yo aquí me quito el sombrero ante Mila, que fue la única que dijo que esto tenía futuro. Menos mal que yo siempre me equivoco.

martes, 22 de enero de 2008

La bolsa o la vida

Como de otras muchas cosas no tengo idea de bolsa pero no seríamos nadie si no habláramos estos días de lo que mantiene en vilo a todos los mercados del mundo.
No creo que vayamos a tener una crisis cual la del 29 pero habrá más de uno que esté muy, pero que muy asustado. Entre bromas y veras diré que yo ando al menos intrigada con el tema y es que aunque no tengo ni una mala acción -ni pienso comprar porque me parece que es como jugar al cupón en tiempos de navidad-, me informó anoche un analista económico de que también a los pobres mortales se nos va a notar esta caída "inesperada" bursátil. De piedra me quedé pensando que lo poco que tengo va a menguar por culpa de unos irresponsables norteamericanos que han dado dinero alegremente para propiciar un hinchamiento de los precios inmobiliarios. Y no crean que el susodicho aguafiestas me lo confesó en privado, nocturnidad y alevosía, que lo hizo impunemente mientras yo miraba alucinada las noticias alemanas, en las cuales una verdad tan cruenta como ésta suena como cien veces más grave. A colación de esto acabo de recordar la caída de Banesto un día de diciembre, en concreto un 28 de diciembre, día de los inocentes. Dicho esto en los telediarios de mediodía- ya se sabe que mediodía en mi país son al menos las dos de la tarde-, nadie consideró no que la noticia fuera grave, ni seria, ni sorprendente sino que nadie ni siquiera se la creyó y todos nos acostamos pensando que el banco que patrocinaba a Miguel Induráin estaba fuerte como un roble. Pero erre que erre los periodistas se empecinaron con el temita y para el día 29 ya estábamos todos como entre bobos, absortos, incrédulos y alucinados de la mayor verdad considerada mentira que se haya podido intercalar en un telediario en un día de los inocentes. Aquello fue portentoso.
En fin, a mí que me registren porque ya no me pueden quitar más de lo poco que me queda; así es que si esos tipos de la bolsa van a jugar al monopoly con nuestro dinero- puesto que con el petropoly alguno pasó a la historia y se fue a la bancarrota tras las subidas del barril de crudo- , estamos listos. Menos mal que siempre ese dinero es de mentira y nos quedan al menos unas risas y una buena conversación entre amigos hablando de Conde, Banesto e Induráin, Induráin, Induráin...

jueves, 17 de enero de 2008

Pobreza infantil

Gran falacia del verbo político en los últimos meses tanto en Alemania como en otros países europeos del que no se libra ni mi querida España, esta España mía, esta España nuestra es la gran mentira de la pobreza infantil.
¿Pueden ser los niños pobres, si no son generadores de riquezas materiales con las que comprar bienes de consumo o productos de primera necesidad? Dicen que divide y vencerás y eso es lo que parece que hacen los políticos para evitar decir que el sistema social está haciendo aguas porque ya no hay una preocupación real por lo que les pasa a los niños.
Lamentablemente la verdad es otra y es que hay muchas familias viviendo bajo el umbral de la pobreza en Europa porque no seremos tercer mundo pero sí políticamente tercermundistas. Una política social es indispensable para la salud mental de una sociedad y sus actantes de futuro. Decir que los niños son pobres porque sus padres no disponen de dinero con el que cubrir sus necesidades básicas es no ver que a esas familias se les da menos de lo que es estrictamente necesario. De ahí a decir barbaridades tales como que si tus padres o uno de tus padres es extranjero serás un criminal en potencia... Todo con tal de no hacer una crítica social y política responsable.
Eso sí, en plena campaña electoral en España, se promete a los jóvenes dinero; a las madres solteras, dinero; a los pensionistas, dinero; a los..., dinero y así un suma y sigue por un marrano voto con el que hacer la vida más agradable a unos mediocres y chupópteros políticos. Si tanto dinero hay, que tanto se puede prometer por qué no realizar una reforma social. Seguramente y como ocurre cuando uno arregla las tuberías de una ciudad pero no inaugura pantanos, no revierte en voto. No olviden: puedo prometer y prometo.
Qué pena...

viernes, 11 de enero de 2008

De nuevo él

Como una gran gesta se podría considerar el gesto mediador y a la vez mediático del presidente venezolano. Al margen de esto último, que puede ser discutible, creo que el valor de la liberación por parte de las FARC de dos de sus más o menos 40 secuestrados políticos es incuestionable. Estos momentos políticos son los que engrandecen a un mandatario. Que todos sean así, Sr. Chávez, que así me gusta usted un poquito más.

miércoles, 9 de enero de 2008

España va bien...mal

Parece ser que los gobiernos tienen un lema cada año. Así el pasado fue el carné- me cuesta horrores escribir esta palabra tal y como propone la RAE- por puntos y en consecuencia la disminución de defunciones por accidente de tráfico. El otro de allá sería la concienciación sobre violencia de género, el otro... la drogadicción juvenil y a partir de ahí me falla ya mi agotada memoria. Eso sí, no olvido la campaña "Póntelo, pónselo". Pues bien, este año he descubierto que el patio de mi casa es particular y que eso de que España va bien es cuestionable si atendemos al anuncio emitido hasta la saciedad por la televisión pública sobre disfunción eréctil. Un veinte por ciento- y seguro que más de uno se ha hecho el gallito haciendo mutis- tiene tal problema. Tanto es así que leo hoy en el Levante que el médico de Les Corts de la Comunitat Valenciana ha tenido que hacer una formación porque es una de las consultas que los políticos y funcionarios tienen para el matasanos.

No sé cómo será esto en otros países pero echa por tierra el mito de amante del macho español. Y es que ya se sabe: " Por la boca muere el pez"