viernes, 30 de noviembre de 2007

Sobre cine iberoamericano


Releo algunas de las entradas pasadas y me percato de que poco hablo de cine y demasiado de política. Craso error este que con seguridad llevará a pensar a aquél que lea el blog Goetheando que me interesa de algún modo ese mundo de injurias y mentiras cuando a mí lo que realmente me gusta es el de las ficciones, divas en primer plano y aventuras sin par: las películas.


Así que para paliar esta escasez temática he pensando que se puede empezar haciendo referencia a un festival interesante, pequeño y veterano ya en los vaivenes y avatares por los que suelen pasar este tipo de acontecimientos culturales. Me refiero al Festival de Cine Iberoamericano de Huelva que desde hace 33 años se celebra en noviembre en esta ciudad del sur de España que, aparte del monasterio de La Rábida (para los que no se acuerden o no lo sepan, allí donde esperó pacientemente Colón a que Isabel la Católica le mandara los dineros con los que fletar aquellas carabelas) y unos productos naturales de la tierra de mucha enjundia, no atrae al visitante con bellezas monumentales del nivel de La Alhambra (y es que no se puede tener todo).
Bien, en Huelva han ido proyectándose a lo largo de los años importantes películas de directores como Gutiérrez Alea (La última cena. Cuba, 1976), Miguel Littin (Actas de Marusia. México, 1977), Adolfo Aristaráin ( Últimos días de la víctima. Argentina, 1982), Eliseo Subiela (El lado oscuro del corazón. Argentina, 1992) y el último ganador Carlos Reygadas con Luz silenciosa (México). Es un foro de presentación de todo tipo de obras cinematográficas que no llegan al gran público pero sí a la entregada y regular audiencia onubense que mantiene con su interés un festival de poco bombo y platillo y mucha tradición. La constancia y perseverancia en la temática iberoamericana lo hace por lo demás un punto de mira esencial para todo aquel que se interese por la producción de esos lares. Es decir, es una enciclopedia visual de imágenes latinomericanas.
Al otro lado del Atlántico, en Buenos Aires, peligra la supervivencia del Bafici (Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente) que a tan sólo ocho años de edad se ve obligado a embarcarse en una lucha de titanes con Mauricio Macri, nuevo gobernador de la capital argentina. Este político (y enlazamos así con la introducción a esta paginita de hoy), presidente del Boca Junior y casualmente hombre de exitosos negocios, parece no ver en la cultura más que la posible prolongación del fútbol, y así considera más adecuado a la "idiosincracia argentina" explotar el mito del balón de reglamento que ampliar el espectro con cualquier otro motivo nacional.
Afortunadamente, Fernando Martín Peña se siente obligado con las más de 240.000 personas que asistieron el año pasado a las 480 películas proyectadas por el Bafici y por eso, como organizador, no tira la toalla tan fácilmente y confía en que a los potentados elegidos libremente por el pueblo les dé por dejarse caer y suelten la plata necesaria para que en mayo del 2008 los porteños puedan disfrutar de más cine independiente. Esperemos que así sea y que a Macri y a su Ministro de Cultura y Turismo (¿?) Hernán Lombardi les haya llegado noticia del comentario realizado por el crítico de cine del diario Clarín, Diego Lerer: "Buenos Aires necesita la cultura, también para los turistas [...]. (La desatención al festival) pondría a mucha gente en su contra al principio de su legislatura, aún cuando el 90% de las personas que asisten al Bafici no le votaría jamás". El cine es también cuna de diversidad y tolerancia. ¿Lo verán así los políticos?

lunes, 26 de noviembre de 2007

Titulitis


Dícese de la enfermedad contagiosa desarrollada en la España cañí perimetralmente opuesta al talante picaresco de bajas y altas cunas. De todo hay en la viña del Señor.

Por un lado, el afán de conseguir cuanto mayor número de certificados mejor. Ya se sabe lo que valen para una oposición o para conseguir según qué trabajo. La realidad es que hay gente con una licenciatura, un par de másters, una veintena de congresos y un centenar de cursos de formación aspirando a entrar de botones en un banco o "linterna" en un cine. A veces me sorprende esta gente porque creo que deben ser personas que no duermen.

Por otro lado, el título de República bananera. Si hace unos meses nos sorprendíamos con los títulos no oficiales sorpréndanse ahora con los que ofrecemos en la imagen.
Se dice que la mayoría de títulos "pícaros" provienen de Latinoamérica o de Europa del Este. Pasa igual con algún que otro título nobiliario. Algunos han llegado a comprar soleras de países inexistentes.
¿Habría comprado la princesa de Rubén Darío su título y por ello estaba tan triste?

viernes, 23 de noviembre de 2007

El cielo está blanco

No crean que se trata de un título sugerente o que hoy tengo una veta poética que pienso explotar en esta entrada. Se equivocarían. Es lo que veo desde la ventana de mi despacho: un cielo completamente blanco sin un atisbo de color. Pero también es lo que veo en los pasillos de esta universidad, hoy viernes medio desierta o, mejor dicho, casi desierta con todas sus blancas puertas camaleónicamente integradas en las interminables blancas paredes combadas. Sin color. Ni siquiera puedo decir: " En este día gris de noviembre". Quizá hubiera debido dejar esta entrada en blanco pero hoy tengo mucho que contarles, tanto que pareceré el mar arrojando a la playa las olas. Ahí llegan.
"Si alguna vez dentro de mí hubo un poeta, malo o mediano, desapareció hace muchos años. En una vieja carpeta quedaron sus restos", una vieja carpeta sobre el escenario del Teatro Español de Madrid.
" Allí estaban de nuevo los bosques de robles, en las laderas los chochos orgullosos, afilándose, verdes. En grupos, y, no obstante, cada uno de ellos respirando su soberbia soledad, como los mismos hombres. Aquellos hombres de Artámila. " Enhorabuena sillón K, que ves llorosa el vacío dejado en el B.
"Cuéntame al oído, muy despacio y muy bajito, por qué tiene tanta luz este día tan sombrío." Que a ambas partes les vaya igual de bien en el futuro.
"No debería tenerse tanto miedo de eso: todas las grandes culturas surgieron a partir de formas de mestizaje". Estos dos literatos...
Y además, ahora llega el tsunami: Barrio Sésamo tiene dos rombos.

La última venganza de D. Mendo, en ataúd y cubierto de anarquismo


Es verdad, verdad amarga, que todo pasa y nada queda y que la condición humana está condenada a perecer. Sin embargo, ante esta realidad rotunda e ineludible pueden los actores, pintores, artistas en general hacerle una mueca burlesca a la vieja de la guadaña y quedarse tranquilos, sabiendo que el paso a mejor vida (o no vida...que cada uno rellene este hueco como pueda o quiera) no significará el olvido de los que quedamos en esta perra existencia.


Sí, se murió Fernando Fernán Gómez, actor de tal grandeza que no cabe describirla aquí ni merece los adjetivos mediocres de mi prosa. Una cara tan conocida para todos los españoles del siglo XX como el sabor del Colacao, como la voz rasgada y profunda de Paco Rabal, como la melodía triste e hiriente de las hermosas canciones de La Piquer. Se mueren. Fallecen todos aquellos que hicieron de mi país un lugar mejor con su arte, sensibilidad, sus miserias y valentías. En la cutrez de las terribles décadas de dictadura supo Fernán Gómez mantener la dignidad de anarquista escondido tras la máscara del actor. Pudo además llenar de perfiles humanos y creibles a todas las figuras que por él vi interpretadas....Y si de algo tengo pena es de no haberle visto en el teatro, de no haberle oído esa voz de orujo y cazalla que tanto hacía reír y tanto llanto llegó a provocar.


Mi primer contacto con él es un sábado de sobremesa, aburrida y algo alucinada ante lo que ven mis ojos infantiles en la tele. Un teatro filmado, de rima consonante pareada, de escenarios de cartón piedra y vestuario hecho con telas de kilo a cinco pesetas. D. Mendo me hizo reír mucho, por su mímica, su cuerpo deshilachado y lacio, por su aparente inutilidad para lograr el amor, el dinero, la fama reservada para otros de mejor destino. Fue tema de bromas e imitaciones en el colegio, también la primera película en la que percibí el corsé creativo impuesto por la memez nacionalcatólica y el modo ladino y ágil de reventarlo. Fue mi escuela personal de lo que considero aún la esencia de una España valleinclanesca, que hizo del esperpento el mejor modo de no sucumbir ante la mediocridad que ocasiona el hambre, el miedo y el frío.


No puedo acabar sin hablar de D. Arturo, el viejo actor de comedias que acompañado por su familia de faranduleo recorre esos pueblos inertes de la meseta castellana tratando de hacer teatro para un público que prefiere el cinematógrafo. Ese viaje a ninguna parte, gran novela escrita por Fernán Gómez, que obliga a los señores pasajeros a acabar poniéndose delante de una cámara, a vender la honestidad y el hambre del teatro por la ficción de la imagen....por un platillo de sopa. Genial escena aquella en la que D. Arturo, sobreactuando por deformación profesional de cómico de tercera regional, repite con exceso su entrada triunfal en el cine: "Señorito, señorito..." y el director tira la gorra ofuscado, preguntándose en qué mala hora le trajeron a ese abuelo mequetrefe. Tan buena es la interpretación de Fernán Gómez que al espectador le quedan pegadas a la retina la mezcla inverosímil de humor y humillación que sólo los grandes intérpretes consiguen. No saber si reír o llorar. Eso es el arte.


Así que valga esta entrada como una pequeña y sentida despedida de un hombre con el que Mila y yo nos echamos unas carcajadas y unos cuantos "¡qué pena!" ayer al recordarlo. El detalle de la bandera anarquista cubriendo su féretro es una de esas genialidades más que carecterizaron a Fernando Fernán Gómez en vida...Seguro que sabía que ante su cuerpo cubierto de la ideología maldita pasarían los grandes próceres de la villa y que con gesto circunspecto rozarían el rojo y negro, sintiendo que la vida es toda una ironía en sí a la que tan sólo hay que darle tiempo para demostrarlo.

domingo, 18 de noviembre de 2007

De aguas

Andan las aguas revueltas en las relaciones entre Venezuela y España. Qué pena porque ahí perdemos todos menos los que ya han hecho negocio con descargas para el móvil, camisetas y tazas con la famosa frase. En fin, para qué hablar...Esperemos tiempos mejores. Otorgar la razón a uno o a otro y que la decisión sea respetada y acatada por todos es sumamente difícil, a veces imposible. Por ello es asombroso y digno de admiración lo que logran ciertas instancias que, a priori, parecieran estar destinadas al fracaso. Uno de estos organismos, que con prudencia, justicia y respeto regula desavenencias entre los imputados, es el Tribunal de las Aguas de Valencia. Esta corte, consuetudinaria, similar al Consejo de Hombres Buenos murciano, tiene larga experiencia en desavenencias. No sólo son jueces sino que, por el merecido respeto a la institución que le confieren los propios afectados, se convierten en un tribunal de mediación social.
El Tribunal de las Aguas recibió este jueves la visita del presidente del Consejo general del poder judicial quien condecoró a los síndicos por su labor. Un trabajo que algunos considerarán folclórico por lo inusual pero que en sustancia nada tiene de ello. Una pantomima no viene ratificada por la Constitución ni admirada por el poder judicial. Loable es la dedicación de estos siete síndicos y el presidente del tribunal, labradores, que cada jueves de mañana dejan su trabajo y estudian los diferentes casos para después otorgar justicia cuando las campanas del Micalet dan las doce. Algunos de esos pleitos se solucionan a través de un mediador y no llegan a juicio público. A través del diálogo se solucionan muchísimos enfrentamientos. Quizá en el caso de Hugo y Juan Carlos, debiera seguirse el mismo procedimiento.

jueves, 15 de noviembre de 2007

Archivo abierto

No piensen ustedes que le voy a dar una alegría a mi compañera de fatigas y voy a anunciar la apertura del archivo de la Fundación Francisco Franco. De eso nada. Tan "sólo" les informo de la posibilidad de consultar gratuitamente el archivo de 31 años de El País. Me parece muy buena idea puesto que el acceso a la información debería ser gratuito. Que tomen nota esos de las tres efes, que al fin y al cabo, fue caudillo de todos, para bien o para mal.
Celebro la acción.

lunes, 12 de noviembre de 2007

¿Y por qué no os calláis todos?

Lamentable. Enfrentamiento verbal entre el rey de España y el presidente electo de Venezuela. Al más puro estilo cowboy. Dejando claro quién es el que manda y dónde lo hace. Tú aquí y yo allí. Menudo parloteo indigno. Ni entre estibadores se tratan tan mal y el trabajo de carga es mucho más duro. Si este es el nivel al que van a estar las relaciones entre España y las nuevas "izquierdas renovadoras" latinoamericanas es mejor que volvamos a enfriarlas, por lo menos en el tono, porque así lo único que se consigue es ahondar aún más las viejas querellas, los estereotipos que tan bien vienen a los extremistas.
Otro momento habrá para reflexionar sobre el discutible papel de las empresas ("grandes") españolas en Latinoamérica. Entonces tendremos que referirnos a un contexto general que se ha definido como "globalización" y que no conoce nacionalidades ni patriotismos sino solo un señor, el poderoso caballero de Quevedo, Don Dinero. ¡Hay tantas otras empresas ibéricas de menor tamaño que hacen un gran trabajo en los países latinoamericanos! Si no diferenciamos y agudizamos la visión acabaremos por volvernos ciegos o tontos. No es cuestión de la nacionalidad del capital sino más bien del estilo de hacerlo. Estructuras mafiosas son, por desgracia, la regla en las multinacionales. Esto no es nuevo, aunque al Sr. Chávez y al Sr. Ortega les de por sacar la descripción del baúl de los recuerdos revolucionarios para despistar de otros "problemillas" caseros. Tampoco se solucionarán echando un pulso de generales machos contra monárcas mancillados en su honor.
Por mí que digan de España, sus presidentes y reyes lo que les apetezca. No hay nada intocable ni sagrado en ninguna institución. No me siento herida porque no me identifico con el símbolo. Pero si este va a ser el nivel de la crítica presumo que será poco efectiva y más bien efímera. El insulto se acaba en sí mismo, el desplante termina en la ausencia y al final lo importante no se dice, se entierra entre tanta memez y tanto blandir de espadas. Ya conocemos estas bravuconadas de otros tiempos, las fauces llenas de baba y el cuerpo magro por falta de alimento. Los problemas actuales de Latinoamérica y el papel, directo e indirecto, que España haya jugado en su creación como el que juegue en su abolición exigen mentes claras, abiertas y hábiles en la disputa. A palabras necias, por favor, oídos sordos.

martes, 6 de noviembre de 2007

Las palabras y los muertos (Amir del Valle)

Es el título de una novela que no he leído pero con la que me encantaría toparme muy pronto, por casualidad entre el maremagno de las otras lecturas, para no olvidar la idea que me ha surgido al leer un reportaje sobre su autor en un diaro alemán (Die Tageszeitung, 24 de octubre). La historia de del Valle es la de Facundo, custodio o guardaespaldas de Fidel Castro, ante el que un día se presenta la tajante realidad de la muerte del dictador. La necesidad de orientarse en el nuevo contexto sociopolítico le obliga a reflexionar sobre la Revolución y sus protagonistas. Así comienza la historia.
Me llama la atención sobre todo la figura del "protector de personas", ese anónimo ser ahí detrás, con un cable pegado a la oreja y mirando de lado a lado como las figuras de una película de terror, esperándolas venir aún en los sitios más insospechados. Ya la ví hace unos meses, esta vez en el cine, en la cinta argentina El Custodio de Rodrigo Moreno. Una película de escaso ornamento superfluo, concentrada en describir con imágenes minuciosas y desde cierta distancia (no siempre mantenida) todo aquello que se suele ignorar sobre el custodio: su vida sin custodia ("Pieza de oro, plata u otro metal, en el que se expone el Santísimo Sacramento a la pública veneración". Diccionario de la Lengua Española. RAE)
He de reconocer que no tengo idea ahora de si esta figura narrativa tan secundaria o incluso no-figura narrativa (desde mi ignorancia, que conste) es un fenómeno reciente o ya existe desde hace tiempo. A mí se me ha aparecido en pocos meses en varias ocasiones, con su aparentemente rutinaria existencia y falta de verbo y en cada una de ellas me ha sorprendido el alcance de las perspectivas que ofrece a aquellos que aspiren a ver detrás de esa pieza de oro de santísimo significado que es la custodia. Porque este individuo (que suele ser hombre, tampoco en esto ando segura) posee la mirada más profunda y aguda que se pueda tener sobre la estructura de poder que genera la necesidad de su oficio. Es quien conoce o tendrá que conocer la banalidad del símbolo, la vacuidad humana de la aparente figura histórica, sus miserias y crueldades. También quien advertirá inmutable las consecuencias de las mismas.
Ni se me ocurre cómo relacionar esta nueva figura con una reflexión sobre la importancia de repensar los trasfondos, las figuras secundarias, los terceros y cuartos planos de imágenes estridentes y bendecidas por los medios...Las historias contadas desde abajo o en este caso desde atrás (por lo de guardaespaldas) parecen tener la capacidad de revelar a contrapelo una realidad distinta y más rica en matices a la ofrecida por voces más habituales...Eso es lo que por ahora tengo claro. Si vuelvo a toparme con un custodio, seguro que me inspirará a continuar pensando.
Por cierto que aprovecho para anunciar la charla del escritor cubano Carlos A. Aguilera el jueves 15 de noviembre en la universidad de Frankfurt (campus Westend. Casino. 1801) a partir de las 19:00 horas. El autor hablará de su país y de la situación de los escritores y artistas en Cuba. ¡A ver si os pasáis por allí!

domingo, 4 de noviembre de 2007

Esto está que arde

Elecciones en Guatemala, uno de los países más corruptos, pobres y violentos de Centroamérica a pesar de ser el país con un producto interior bruto que ya quisieran los otros centroamericanos. Ocurre lo de siempre, ricos muy ricos, pobres muy pobres.
Hiperinflación a la vista en Argentina tras el anuncio de subidas en servicios. Esperemos que no se den un batacazo y el país respire bien económicamente.
Más que cuestionable favor humanitario en El Chad que ha supuesto la detención de franceses y españoles. De ser verdad la acusación, habría que empezar a controlar más a las ONGs. Cualquier tipo de ayuda humanitaria no basta. La ayuda no es hacer lo que yo creo que necesitan sino lo que realmente se requiere en tal o cual situación. Quien no esté dispuesto a ello, debería dejar de meterse en los asuntos de otros. Al menos las azafatas españolas van rumbo a Madrid. Esperemos que mañana las siga el co-piloto.
Ceuta y Melilla, las dos ciudades autónomas africanas, se están vistiendo de gala en tonos rojo y gualda para recibir a su rey. Tanto que han agotado la preciada tela. Lo malo es que el rey vecino se ha puesto hecho una fiera y a través de su mano derecha, Fuad Alí Himma, ha llamado a la protesta. Desde Perejil andamos revueltos ambos países y cualquier excusa es buena para fomentar la animadversión de dos países tan cercanos y a la vez tan lejanos. En Tetuán se han manifestado para exigir para Marruecos el Sáhara, Ceuta, Melilla y las Islas. Después vendrá el mito de Al- Andalus y ahí quizá tengamos mil y una historia para contar a los infieles del norte, que, como se pongan chulos, vivirán una reconquista basándonos en los derechos de infieles cristianos que anexionaron a estos nuevos territorios islámicos- en otra época, sí, pero eso da igual- algún país que otro hasta no dejar que se pusiera el sol en ellos. Si es preciso, buscaremos al primo del Duque de Alba, tan temido el pobre por los niños holandeses, o al de Zumosol.
Que me perdonen los marroquíes pero ¿las islas también?
Una vez me dijo una amiga tras romper su relación con un joven jordano:
- Mira Mila, yo quiero que mis hijas puedan ir a la playa en bikini y si quieren que hagan top-less y eso él no puede aceptarlo.
Pues yo como ella. Y en Ceuta y Melilla, algunas también lo querrán. En las Islas, casi todas.

jueves, 1 de noviembre de 2007

¡Por fin se ha acabado la guerra!

" Hoy por fin se ha acabado la guerra" decía ayer uno de los familiares de las víctimas del franquismo. No sé si será cierto. No sé tampoco si la cosa quedará ahí o desde posiciones opuestas se echará más leña al fuego. Lo que si me parece claro es que el contenido simbólico de esta ley y la (esperemos que pronta) retirada de marcas de la dictadura franquista de las vías públicas y organismos oficiales suponen el primer paso para que los españoles afronten su pasado con cierta normalidad.

Personalmente nunca llamé "Puente del Generalísimo" a aquel que une Los Remedios con la Avenida de las Delicias en Sevilla. Era el maldito puente de Franco y me parece que hoy ya eso a nadie importa. Está bien así. Tan solo pediría una cosita pequeña y es que los políticos de uno y otro lado no mancillen la memoria de las víctimas. La del dictador y sus secuaces que quede como en esta foto, sucia de excrementos de aves y marcada por la cinta roja de la vergüenza. QUE NO HAYA LUGAR PARA QUE SE TERGIVERSE LA HISTORIA, LOS DICTADORES FASCISTAS EUROPEOS NO MERECEN MÁS QUE LOS DESHECHOS DE LAS SOCIEDADES DEMOCRÁTICAS... Por lo que me toca, que Franco caiga en el olvido con el peso de todo el bronce e hierro utilizados para inmortalizarlo ecuestremente y que arrastre con él a los nostálgicos. Sin compasión.