martes, 11 de marzo de 2008

Pecador

Hablo por hablar y sin conocimiento de causa puesto que no he leído con atención lo que realmente ha propuesto el Vaticano como nuevos pecados pero lo cierto es que no deja de provocarme una media sonrisa.
Uno de los pecados que había era: "No desearás a la mujer de tu prójimo". Yo de ése me salvo, gracias a Dios. De todos modos me parece que dentro de nada cambiarán el pecado y tendrán que poner algo así como: " No desearás a más de una persona en tu vida". Y aquí me pillan, seguro. De momento me encanta que la Iglesia sea machista.
Con lo del medio ambiente, voy también bastante bien. Además, es algo que me da muy mala conciencia en ocasiones. Me alegra también porque seguro que van a poder condenar al infierno a muchas instituciones y empresas. A ver si por el miedo al pecado terminan cambiándome algún día la impresora que tengo en el despacho o al menos le ponen un filtro para que no me tenga que ir al otro mundo antes de hora...
En cuanto a lo de ser rico... ahí me gustaría poder pecar al menos un día pero creo que no va a ser lo mío. Bueno, en realidad, lo que no hay que hacer es acumular excesivas riquezas. Muchas aún se pueden.
Ahora sí, la droga es pecado. Pasarla y consumirla. Me pregunto si eliminarán ahora el botafumeiro porque eso coloca que no veas.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

En lo que la iglesia hace con estas buscas de nuevos pecados veo el lado reverso de la moneda, porque aquí propia encontra los pecados que son incluso más agradables si en los caen sabiendo lo que es. Además, está labrando su perdición con el deseo de restringir la voluntad libre de gente.

Anónimo dijo...

Siento la llamada del pecado con estos nuevos decretos ley que me llaman, que me incitan a pecar...
Por Dios, que será lo siguiente, ¿la confesion por el movil? Lo que tienen que hacer es seguir con la faena de siempre, que se las da muy bien...

Anónimo dijo...

Quien estè libre de pecado que tire la primera piedra y en esto hasta el Papa panzer, como he oìdo ùltimamente que le llaman en algunas zonas geogràficas, està incluido. Me llama sobre todo la atenciòn que algùn prelado ha argumentado en relaciòn a esto que en la sociedad està desapareciendo el sentido de la culpa. No sè muy bien que decir a eso. Si no existe la culpa, no existe el pecado. Y asì se vive mejor. Sin pecar, digo. En mi opiniòn la dialèctica de la culpa, el castigo y la salvaciòn divina deja de tener sentido al ver que hasta los màs santos (o aparentemente los màs devotos) se salvan de la quema comprando a Dios o bien a su instituciòn en la tierra, la iglesia. Desde las bulas papales, pasando por los donativos generosos a conventos y òrdenes hasta llegar a la limosna diaria, al parecer los que màs tienen son los que mejor se lavan los pecados de la conciencia. Asì que ya ven, a màs pecados capitales, màs ricos ofreciendo prebendas a la iglesia...No digo yo que esta instituciòn no tenga vocaciòn capitalista, quizàs sea incluso la que mejor se nos vaya a adaptar a la globalizaciòn...Por la gracia divina o divinizadora. Mari Loli Quinina

Anónimo dijo...

Hola Maritza:
la definición de pecado viene a ser algo así como todo lo que afecta negativamente a la persona y va en su contra. Por tanto, tienes razón en lo que dices: el pecado siempre está ahí, sólo cambian las circunstancias.
Con todo, los que hilan fino, no son los periodistas en este caso sino los hombres de la Iglesia y cuando no había necesidad. Ante todo la Iglesia es madre, con lo cual debería entender a esos pobres desgraciados para quienes el vender o consumir droga no es un capricho sino una necesidad. Son enfermos y un enfermo no es automáticamente un pecador.
Hablar de los peces gordos, sería otra cuestión pero su pecado quizá no sea el tráfico de estupefacientes sino la codicia, la avaricia, la crueldad,...