martes, 22 de enero de 2008

La bolsa o la vida

Como de otras muchas cosas no tengo idea de bolsa pero no seríamos nadie si no habláramos estos días de lo que mantiene en vilo a todos los mercados del mundo.
No creo que vayamos a tener una crisis cual la del 29 pero habrá más de uno que esté muy, pero que muy asustado. Entre bromas y veras diré que yo ando al menos intrigada con el tema y es que aunque no tengo ni una mala acción -ni pienso comprar porque me parece que es como jugar al cupón en tiempos de navidad-, me informó anoche un analista económico de que también a los pobres mortales se nos va a notar esta caída "inesperada" bursátil. De piedra me quedé pensando que lo poco que tengo va a menguar por culpa de unos irresponsables norteamericanos que han dado dinero alegremente para propiciar un hinchamiento de los precios inmobiliarios. Y no crean que el susodicho aguafiestas me lo confesó en privado, nocturnidad y alevosía, que lo hizo impunemente mientras yo miraba alucinada las noticias alemanas, en las cuales una verdad tan cruenta como ésta suena como cien veces más grave. A colación de esto acabo de recordar la caída de Banesto un día de diciembre, en concreto un 28 de diciembre, día de los inocentes. Dicho esto en los telediarios de mediodía- ya se sabe que mediodía en mi país son al menos las dos de la tarde-, nadie consideró no que la noticia fuera grave, ni seria, ni sorprendente sino que nadie ni siquiera se la creyó y todos nos acostamos pensando que el banco que patrocinaba a Miguel Induráin estaba fuerte como un roble. Pero erre que erre los periodistas se empecinaron con el temita y para el día 29 ya estábamos todos como entre bobos, absortos, incrédulos y alucinados de la mayor verdad considerada mentira que se haya podido intercalar en un telediario en un día de los inocentes. Aquello fue portentoso.
En fin, a mí que me registren porque ya no me pueden quitar más de lo poco que me queda; así es que si esos tipos de la bolsa van a jugar al monopoly con nuestro dinero- puesto que con el petropoly alguno pasó a la historia y se fue a la bancarrota tras las subidas del barril de crudo- , estamos listos. Menos mal que siempre ese dinero es de mentira y nos quedan al menos unas risas y una buena conversación entre amigos hablando de Conde, Banesto e Induráin, Induráin, Induráin...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues a pie de calle, ya llevamos notando el temita este de las subprime de marras desde hace 8 meses. ¡Se acabo la era del ladrillo, vivan las energias renovables y el charlatan de Al Gore! Todo sea por mantener a los borreguitos a raya, que si no...
La culpa de todo esto no lo tienen los americanos solamente. Si nos damos cuenta, en España, el mantra ese de "La vivienda nunca baja" se convirtio en el mana de muchos constructores y especuladores de revista que se tiraron a la piscina (sobre plano, claro) en vista de los suculentos beneficios. Pero para esa epoca, y hablo de hace 2 o 3 años, los que ya habian ganado dinero con el tema estaban muy lejos de aqui, en paises como Eslovaquia, Argentina, etc...
Y ahora, tras una decada de pelotazos del ladrillo y de mentiras de los gobiernos (pasados y presentes, que aqui no se escapa ni el apuntador) asistiremos a la subida de precios de productos basicos, a la caida de la vivienda, al aumento del paro y a los embargos de vivienda.
Que bello es vivir...
PS. Ah y si os dicen que invirtais en energia renovable, pasad del tema, lo que mola son las nucleares.

Anónimo dijo...

Hombre, que quiere que le diga Sr. Bukowski, lo de la energía nuclear a mi personalmente me da grima...No sé, me pongo a pensar y se me vienen esas imágenes de la selva radioactiva ucraniana, plagada de edificios abandonados, de zapatos viejos y bicicletas roídas por una erosión algo sospechosa por la velocidad de su avance. En fin, que obviando la cuestión nuclear estoy de acuerdo con usted en todo lo que dice y me alegra advertir tan buen juicio y criterio pues así se corrobora mi impresión de que no todo está perdido. Ahora la bolsa bajó y no sé si perdí o ganaré algo con la recesión americana y los pobres hipotecarios yanquis...Yo sigo sin casa, de alquilada y pasándolo mal para llegar a final de mes. Así que las cuestiones económicas internacionales me las traen al pairo. Eso sí, también soy consciente de que hay por ahí una panda de ricachones que se han hecho de oro con las ilusiones burguesas de más de un amigo al que colocaron un piso de tercera regional por el precio de un yate real. De eso parece vivir el mercado, de las fantasías y aspiraciones a duques de una clase media española que sigue obsesionada con la ascensión social...Por mi parte, me veo ya en el arroyo o debajo de un puente. No aspiro a escalar socialmente, lo que más me obsesiona es saber de una vez por todas si me dejarán quedarme donde estoy...Tan a gusto.