Este mes va a pasar a la historia de este joven blog por ser el que menos entradas va a tener. Podría decir que el tiempo pasa volando pero la razón no es ésa. La verdad es otra pero no se la contaré para no sonar quejica. En realidad debería estar en el mejor de mis momentos puesto que la primavera y el verano son para mí las dos estaciones en las que más rindo. Cuanta más luz, mejor, parece decirme mi cerebro.
Quizá sea ésa un poco la causa de este desierto de entradas en abril. Qué paradoja: desierto con lo que está lloviendo por estos lares... Muchos de mis colegas están ya un poco saturados de tantas lluvias, incluso algunos de mis alumnos me lo han comentado. A mí me afecta bien poco puesto que siempre oí lo de en abril, aguas mil. Y no veo por qué aquí en Frankfurt debería ser diferente.
Este abril lluvioso sería del agrado de García Márquez. Pero esperemos que escampe pronto. Aún me gustaría disfrutar del buen humor de mis alumnos en los días soleados de este maravilloso campus.
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