domingo, 26 de agosto de 2007

El color del dinero

Creo que algo no va bien. Creo que este mundo está perdiendo el norte. Creo que nos estamos perdiendo en un mundo de avaricia. Lo creo porque siempre queremos más, más y más. Deseamos más autonomía y para eso ponemos bombas que perturban la tranquilidad de gente inocente. Deseamos GPS que nos faciliten los recorridos domingueros pero a la vez robamos mapas de 1482. Deseamos deporte de élite y dejamos que el doping se adueñe de la salud de nuestros deportistas. Siempre queremos más. Me pregunto para qué.
Este fin de semana un jugador del Sevilla ha sufrido un desvanecimiento. En realidad, ha sufrido una parada cardiorespiratoria. Mejor dicho, ha sufrido más de una. Su situación es inestable, crítica y, si pensamos que este jugador tiene 22 años, estremecedora. No sé si merece la pena forzar tanto la salud de unos jóvenes por entrar en el caleidoscopio de la fama donde todo tiene el color del dinero.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es una cualidad típica de los seres humanos que siempre quieren más, más, más. No conozco ni una casta animal que acumula algo, sean alimentos o valores abstractos como el dinero.
Creo que la introducción del dinero y el establecimiento de los seres humanos eran los principos de los finales de la era humana. Como dice también Daniel Quinn en su libro "Ismael"! Cabe leerlo! :)

Mila dijo...

Hola Heiko:
Gracias por la recomendación del libro. Lo leeré estos días de final del verano. Espero tener algo de tiempo todavía. Como gran optimista que soy aún espero que en Frankfurt mejore el tiempo y así poder tener un mes de septiembre agradable.
Si por mí fuera, no existiría el dinero, supongo que porque yo no tengo nunca bastante. En ello me doy cuenta de lo humana que soy. Siempre con un afán de coleccionismo. Más libros, más amigos, más cosas, más...
Con todo hoy quisiera algo pero no para mí. Me gustaría que Puerta, el jugador del Sevilla por el que escribí esta entrada, mejorara.