miércoles, 8 de agosto de 2007

El Señor Telenovela

Así se llamaba también el mexicano Ernesto Alonso, conocidísimo por su papel cinematográfico "Archibaldo de la Cruz " en la película Ensayo de un crimen. Ayer murió en su casa en Distrito Federal dejando un vacío en el mundo televisivo de las telenovelas, teleseries o culebrones, según quiera llamárseles.
Obviar la importancia mundial de este género por considerarlas poco "artísticas" me parece un disparate. Quizá no sean producciones para devanarse los sesos pero reflejan una cultura popular latina fácilmente identificable. Tal vez por ello resulten tan exitosas en otros países, porque desde la sencillez de la cotidianeidad presentan historias que no consideraría yo tan descabelladas. Las reales que en ocasiones tengo la oportunidad de oír rebasan con creces los más melodramáticos culebrones. Vamos, que ya les gustaría a más de un guionista que me pusiera en contacto con ellos y les contara la vida y desventura de alguno que otro.
No sé si alguno de nuestros lectores se ha enganchado a alguna pero puede que la produjera Alonso.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno desde aquí un ¡Viva la telenovela! y otro para Ernesto Alonso, ¡Viva! Uno de mis mejores recuerdos de la adolescencia son aquellas sobremesas de preverano que me sentaba con mi abuela a ver una telenovela muy peculiar en el que los personajes respondían a nombres tales como Epifanio del Cristo, niña Mona y Mama Sena..No me acuerdo del título pero si que era colombiana y muy buena. En el género de la telenovela hay diferentes calidades como en el mundo de las patatas, así que no todo es filfa ni tampoco oro es aquello que reluce más. Desprecio a las Cristales, Esmeraldas y otros destinos a la Cenicienta que nunca consiguieron atarme a la pantalla después del almuerzo. Forman parte de mi educación sentimental series tales como Los ricos también lloran, Doña Beija y aquella de D. Epifanio del cristo. Que no me las discutan que agredo. Alta cultura, baja cultura, lo importante es que transmita códigos y valores culturales...Por eso la telenovela no muere y tiene más vida que los malos de los culebrones. Marta

Mila dijo...

De órdago es la calidad de nuestro Santoral. Entre nombres como Epifanio del Cristo u otros telenovelescos no hay que olvidar los de reciente acuñación. Un artículo interesante al respecto se puede consultar bajo

http://www.elmundo.es/suplementos/cronica/2006/578/1164495601.html

Con todo si un nombre me apasiona, y perdonen ustedes mi ironía, es Marciano y su versión femenina.

Anónimo dijo...

Que hubiese un nombre Marciano me era desconocido...Se me ocurre que es perfecto para un perro o alguna que otra mascota. O simplemente para aquellos amigos que nos ven desde el espacio sideral y esperan el día en que los invitemos a pasar por casa. Yo los estoy esperando y me alegraré de poder saludarlos con un "¡Marcianos, os recibimos con alegría!" al estilo de Pepe Isbert en la magnífica película de Berlanga, "Bienvenido, Mr. Marshall". Marta