Si para una mujer el fondo de armario es esencial, según los expertos en moda a los que no hago mucho caso, para los políticos también. La diferencia estriba en que para estos últimos es mucho más fácil: trajes oscuros, camisas blancas o azules y corbatas decentes - con decente interprétese como se crea más adecuado. Así pues, tal fondo de armario tan políticamente correcto pero tan, tan aburrido era también el que ostentaba el último dictador chileno sobre el cual voy a ahorrarme unas cuantas palabras porque aun mereciéndolas y con creces, no voy a perder el tiempo diciendo cuatro verdades. Ustedes ya me entienden.
Los trajes de calle del susodicho fueron heredados a su muerte por su hijo primogénito quien tenía, y supongo que aún conserva, la misma protuberancia cervecera. Éste ha decidido sacarles provecho y por ello, después de reestrenar algunos - debido quizá a cierto sentimentalismo o tal vez a lanecesidad de lucir bien, que para eso son a medida- ha optado por ponerlos a la venta. Eso sí, con la condición de que sean comprados por simpatizantes pinochetistas, no sea que los fueran a malograr, y a un precio que casi triplica el precio original. Está visto que un elemento como Pinochet es lo que necesitarían las bolsas estos días porque además de creerse en vida el Dios chileno que regía sobre la libertad de sus súbditos, va a convertirse en muerte en una especie de rey Midas que triplica valores de bienes pasivos.
Este fetichismo coleccionista puede tener su qué, no digo que no. De hecho en mi casa se guardan prendas, accesorios y joyas de mi bisabuela y tatarabuela, pero ésas no me dan grima.
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3 comentarios:
Bueno, lo que se me ocurre sobre el armario sedoso y casposo de Pinochet es que aunque la mona se vista de seda, mona se queda. Y esto vale para todos los que como el dictador piensan que el hábito hace al monje. No, los que están podridos por dentro, siguen mochos por fuera y huelen mal. Lo mejor sería que quemasen esos trajes junto con los zapatos de Imelda Marcos. Dicen que el humo purifica. Marta
Seguro que al quemarlos contaminan. Mala hierba nunca muere.
Supongo que algun nostalgico casposo deseará tener en su guardarropa un horrible uniforme de estos para ponerselo en los dias "nacionales y saludar a tropas imaginarias que desfilen por su comedor.
Aunque, al igual que los uniformes y demas estetica de los nazis tambien podria acabar en algun sex shop como complemento sado "pret a porter". Eso si que seria un colofon fantastico para alguien que estuvo jo.... durante tantos años.
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