Le escribo porque creo importante proclamar por esta vía de comunicación tan masiva que me parece usted un energúmeno atorrante. Uno de esos hombrecillos de poco empaque, gran cráneo y ojitos diminutos que, clavados desde niños al vulgar pavimento por complejos propios e insultos ajenos, se dedican el resto de su vida a tratar de suplir las carencias de autoestima a través de exhuberantes compañeras de cama y ataques desmedidos a todos aquéllos que tuvieron la fortuna de no nacer en tan mal molde. La envidia nunca es buena, aunque pueda ser productiva.
La bajeza física y ética que le caracterizan parecen despertar el morbo participativo de sus compatriotas, ávidos consumidores de esas aventurillas corruptas y esos rebuznos discursivos con los que usted los deleita periódicamente. De modo recurrente y siempre después de haberse retocado la tensión epidérmica del rostro y la población capilar de ese gran areal que es su cabeza, resurge usted cual ave fénix del fondo de los abismos para volver a agitar las conciencias y las almas con....basura. Es una mercancia como otra cualquiera y a la que no hay que hacerle ascos. Sobre todo considerando las ganancias brutales que genera y el gusto que encuentra su pueblo (gran amante de la moda, el estilo y la clase) en el revolcón de detritus. Lo sublime y lo infame, del mismo modo que lo demoniaco y lo divino, se tocan por los extremos y en lugares tan cercanos a Dios este roce puede llegar a convertirse en una mezcla, en un mejunje de difícil degustación. Así consigue usted, sin gran pericia, ser engullido cual molesta comida cargada de ajo y volver a salir, expedido por los gases de una mala digestión política, para deleitar a sus paisanos con más estulticia y grosería. El acróbata enano sin miedo al salto sin red.
Bien, no crea que lo que escribo es resultado de la indignación. Su credibilidad está tan mancillada de latrocinio que no creo pueda despertar ya en mí el más mínimo sentimiento o reacción. Si se me ha ocurrido redactar estas palabras es porque no me parece adecuado permitir que establezca cánones de belleza femenina siendo como es el más feo del reino. Si las mozas que le cuelgan del brazo, le esperan en camas barrocas y le tersan la piel del rostro y otras partes corporales se recrean en la opulencia carnal de sus pechos y labios de plástico, esto no quiere decir, estimado caballero, que sean hermosas. Tampoco que aquéllas que le acompañan en sus razias gubernamentales por el Collis Quirinalis sean inteligentes. Simplemente se trata de sus "niñas", de sus pupilas sumisas, atentas a que el olor a detritus que le persigue no alcance las narices de su señor. Me pregunto si conserva aún el derecho de pernada.
Existen otras mujeres a las que bien poco importa su criterio estético y sobre todo sus ademanes de machorro de tasca. Las opiniones que tenga acerca de la presencia física de las colegas ministeriales de otros países mejor las deja para las noches de póquer con sus amiguetes. O se las cuenta a su santa esposa a la vez que le advierte que no se meta a política porque afea y resta feminidad al templo maternal y de reposo que representa el cuerpo de la mujer. Porque al fin y al cabo de eso se trata, del otro cuerpo al que usted sólo llega gracias al poder y al dinero. Reflexiono algo más y me doy cuenta de que quizás las chorradas rebuznadas en las últimas semanas son producto, una vez más, de ese complejo que arrastra desde niño y que se manifiesta en el ataque a los que tuvieron la fortuna de no nacer en tan mal molde. Bien mirado, semejantes palabras, si vienen de usted, han de ser reinterpretadas en la lógica freudiana que nos revela el valor de lo reprimido...Valiente y galante caballero de la piel estirada, ¿no será que lo que a usted le indigna es no ser mujer y política de éxito? Si así fuera, no se preocupe. Al siguiente estiramiento epidérmico le añade un leve cambio de sexo y nos retorna convertida en un ave fenicia. Le espero.
3 comentarios:
La verdad es que del energumeno este no me sorprende nada. Una cosa que si que me alegra al respecto de los resultados de las elecciones italianas (que no "el resultado") es que se han enterrado los partidos politicos minoritarios, que han estado causando tantos quebraderos de cabeza. No estoy alabando las cualidades del bipartidismo, para criticarlo ya tenemos aqui a Gaspar Llamazares, que por ahora es el unico de IU que tiene escaño en el parlamento y ya es una "rara avis" destinada a extinguirse (y me remito a las declaraciones de la alcaldesa de Cordoba, tambien de IU, que ya lo anticipo hace varios años).
Viendo el numero de Gobiernos que ha tenido Italia en los ultimos años, casi nos sale uno por año, que no esta mal, es una buena media, pero cuando uno charla con alguno del pais transalpino y te comenta la situacion politico economica del pais, hasta yo pienso que lo tienen bastante mal para erradicar la picaresca y demas vicios del pasado. Y si ademas nos sale el politico-populista-cantante-machito este, como diria Wyoming: "La que esta liando Berlusconi"
Por cierto, Chacon hoy esta en el Libano, mañana en Sarajevo y hace poco estuvo en Afganistan, a ver si él, con sus 71 años, sus liftings y sus niñas es capaz de hacer lo que hace ella.
En la mejor línea de Cicerón, mi querida amiga, tus palabras incendiadas se me suben por las sienes y me inundan de conciencia ciudadana, de deseo de protesta y de grito político. Eso es una denuncia, sabiendo utilizar esta materia viscosa que es el lenguaje.
Tan sólo un pero, si se me permite: hacia el final se inyecta una furiosa amalgama (como el encuentro fortuito de un paraguas freudiano y una feminista maquina de coser sobre una mesa de disección) que quizá le resta algo de fuerza al ataque. Por lo demás, totalmente de acuerdo. Yo practico un conjuro cada vez que veo la imagen catódica de ese engendro estirado y borroso: mis labios bisbisean dos palabras cortas sobre su "mamma" y mis brazos se cruzan enérgicamente, con un dedo alzado en mitad de mi puño derecho. Probablemente conozcáis este conjuro; es bueno practicarlo ante el periódico o la tele de vez en cuando. Aunque es mejor escribir artículos como el tuyo, Marta. Tienen más poder.
Un beso.
Mire usted, Sr. Picabia, que me ha llegado al alma eso del paraguas freudiano y la máquina de coser feminista en la mesa del quirófano...Seguramente porque la línea de su crítica sea la acertada. Las verdades duelen y más cuando tocan allí donde uno (en este caso una) espera no ser descubierta. El magnífico gesto al que hace referencia y que culmina en una rigidez dactilar digna del mejor urólogo, me recuerda que no hay nada como mirar las noticias españolas a las 3 de la tarde en un día veraniego para dar rienda suelta a todo tipo de insultos, escatologías y otras delicadezas. Así se queda el cuerpo a gusto para todo el día. No sólo el caballero de la piel estirada nos lo pone a tiro sino que cada día surgen más enanos a los que tirarles pelotas de cieno..Magnífico pasatiempo sería si de verdad les llegara a la cara. Besitos de vuelta y a Lulamae también. A ver si pasáis vuestros localizadores actuales.
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