martes, 26 de junio de 2007

La política y el fútbol

Gracias a la Revolución Francesa conseguimos separar los poderes del Estado, y aunque en ocasiones nos esforcemos en que se empañe la frontera entre éstos, los jueces son justos, los senadores y diputados, esforzados y los gobernantes, sin mácula. ¿O me equivoco?. Bueno, lo cierto es que últimamente los políticos ya no tienen por qué haber estudiado nada, ni siquiera politología; ahora algunos nacen del fútbol. Se ve que la gestión al frente de un club deja impronta y saber hacer.
Lo que me preocupa es la cantidad de empresarios constructores que hay en el fútbol. De lo cual se sigue por simple silogismo que los políticos son a veces constructores. Al menos empresarios. El último, Macri, alcalde de Buenos Aires y presidente del Boca Juniors. Una célebre frase suya- según Wikipedia- es que el Congreso "es un sitio en donde no se debaten ideas". Quizá es porque algunos congresistas entre fichajes y contratas no disponen de tiempo ni para ir al congreso ni para pensar al menos en ese bien común que ansiamos los pobres mortales: una buena educación, una eficiente sanidad, cierta calidad de vida...
Pero la culpa no la tienen ellos sino nosotros que les votamos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La política y el circo, o mejor el circo de la política -con el respeto que el circo merece-
Por la carpa cabaret llamada Senado o Congreso de la República de algún país suramericano pasaron alguna vez comentaristas deportivos acompañados de sus frases de cajón como "Sean felices, Edgar les dice", limpiadores de zapatos que se dejaron deslumbrar por el salario de servidor público y armaron escándalos con sus autos nuevos y el wiskey caro y que sirvieron de marionetas a los políticos que los apoyaron en su campaña electoral, humoristas de la televisión cuya chispa empezaba a apagarse, y otras figuras de la comedia que ampliaron la tropa encargada de dirigir a un pueblo.

Anónimo dijo...

Si, estoy de acuerdo con las dos. Pero respecto a lo escrito por Gretta sobre Suramérica me gustaría hacer de abogado del diablo y traerme su comentario a Europa, al viejo continente este que tenemos y del que algunos tanto se vanaglorian, atribuyéndole cualidades políticas utópicas que no se han dado con la frecuencia que se espera de un "mundo civilizado". Es decir, que Berlusconi o los hermanos gemelos Kaczynski son especímenes políticos europeos tan de circo como lo pueda ser cualquier futbolista metido a político y que encima hay que aguantar que esas figuras se muevan por el mundo con la dignidad y la honorabilidad atribuida a "los hombres de estado europeos". El circo de la política admite cada día más payasos y esto ocurrirá,imagino, por todo el mundo. La pregunta que se me ocurre es si al final no nos estaremos tragando este circo que utiliza como carpa los parlamentos nacionales porque en realidad toda la vida pública y social se ha convertido en eso, en una broma en la que el cubo de agua y el confeti por la cabeza le cae a los más desfavorecidos e impotentes. En eso si que la política no es un circo...Bajo la carpa se rien todos, bajo los designios y las voluntades de los "presidentes de club metidos a presidentes estatales" lloran algunos más de los que rien, que suelen ser una castita escogida, un corralito chupón y aprovechado al que le encanta el futbol, la televisión basura y el populismo...Supongo que por lo que les conviene. Marta