martes, 3 de julio de 2007

Sobre morfología

Uno de los aspectos del estudio morfológico es la formación de palabras. Aún recuerdo cuando debía aprender los tipos de formación de palabras alemanas pero también españolas, a saber, por composición, derivación, acronimia, parasíntesis, incluso en el caso del alemán por aglutinación, etc. Incluso la combinación de préstamo y derivación es perfecta para la acción que realizo en estos momentos: bloguear. Pero las palabras que más me gustan de las de nueva creación son otras.
Recuerdo el día en que me paré a pensar en una palabra muy habitual en los últimos quince años en España. Se trata de la palabra puenting. Hacer puenting se convirtió en un deporte de moda y los españoles tan brutos como somos para el inglés, adecuamos la palabra a nuestras posibilidades. Más tarde surgió Vueling, esta vez como compañía aérea de bajo coste, que hacía ampliar el repertorio de tal derivación con sufijo extranjero. El colmo, sin embargo, es una nueva terapia: el deroombing. Y aquí, señoras y señores, no puedo más que quitarme el sombrero por la creatividad de la palabra puesto que conjuga la pronunciación inglesa con su correspondencia española y convierte la palabra en una suerte de híbrido interesantísimo. Aquí sí que podríamos hablar de code-switching morfológico.
Vamos, que si creían que el inglés iba a apoderarse de nosotros, que esperen los anglófonos a que les prestemos estas palabrejas que parecen suyas. Al final todos hablarán más como nosotros que nosotros como ellos. Ya se sabe, el inglés no es nuestro fuerte.
See you.

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