domingo, 24 de junio de 2007

San Juan

De nuevo he tenido que imaginarme la playa, la brisa y la luna, de Valencia, claro, para celebrar la noche de San Juan soñando las olas que mojaran mis pies. Así seguro que no se me va a cumplir el deseo aunque si lo pienso bien a mí nunca se me cumple ninguno ni por mi cumpleaños ni por Año Nuevo ni con estrellas fugaces ni en San Juan... Tendré que preguntar a la gente qué suele pedir, porque los míos han de ser de esos imposibles. Sin embargo, con la excusa de que si se cuenta no se cumple, me quedo sin saber cuáles son los deseos que se convierten en realidad. La gente en este aspecto es muy suya. También será porque a fin de cuentas vivo con escepticismo toda esa parafernalia.
Anoche me faltó la hoguera. No me atreví por si incendiaba la casa. Quién sabe si el seguro cubre casos de creencia popular... Por si acaso, me reprimí no fuera que hoy hubiera tenido que mudarme forzosamente al Meno. Así, con más motivos, seguro que no se me cumple el deseo. A todas estas por lo ocupada que estaba con las preparaciones para las doce- el barreño con agua, el ventilador...- se me olvidó pedir algo y ahora tendré que esperar a soplar las velas de la tarta de mi cumpleaños para ver si saco algo de todo esto. Lo malo es que cada año es más difícil apagar todas las velas.
De perdidos al río.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Oye, me tendrás que explicar estas tradiciones arcanas que cuentas sobre velas y barreños. No sabía yo que el día de S. Juan es uno de esos en los que los supersticiosos o supersticiosas (entre los que me incluyo)pueden dar rienda suelta a sus sentimientos más paganos y ponerse a pedir lo que se les olvidó en el cumpleaños. A mí se me ha pasado la fecha, porque eso del fuego por la Andalucía occidental no se estila mucho. Supongo que le tenemos miedo al elemento natural porque como se nos seque más el campo vamos listos de papeles. En fin, que vosotros, los del Mediterraneo, tenéis una barbaridad que contar en estas cuestiones y que algo influirán en vuestra realidad porque desde luego más amor que le mostráis a la fogata, el fuego artificial y los cohetes no se encuentra tan facilmente. Bien, pues desde aquí quemo simbolicamente mis barcos y me uno a la celebración de S. Juan con un poco de retraso pero con un entusiasmo digno de los mejores habitantes de vuestra soberana costa... !Qué viva el Mediterraneo y sus fuegos fatuos! Marta

Anónimo dijo...

Pues yo si que estuve en la playa a la luz de una hoguera al principio de la noche (la nuestra). Despues, la playa se fue llenando de gente que queria saltar las olas (nunca nos pondremos de acuerdo sobre si 3 o 7) y de algun espabilado que nos pidio permiso para saltar nuestra hoguerita, porque como era pequeña no daba miedo.
Supongo que la vista aerea de la playa era digna de ver en esos momentos, con cientos de fuegos brillando en la tierra. Respecto a lo de los sentimientos paganos, hombre, en mi caso, lo de las fiestas en honor a Baco pasaron a la historia hace bastante, y actualmente todo esto consiste en ir a la playa, ponerse hasta arriba de bebida y lo que no es bebida para continuar despues en la discoteca de turno. Lo de quedarse en la playa para acabar bañandote desnudo se deja para ocasiones en las que haya menos publico.
Y Marta, de fuegos fatuos, please nothing, que me dan mal rollito...

Anónimo dijo...

Bukowski,

mira que lo del fuego fatuo fue un momento de euforia...Si te da mal rollito retiro lo dicho. Pero de eso de !viva el Mediterraneo! no me retracto. Otro día me contarás por qué ese rechazo a lo fatuo o al fuego o a las dos cosas juntas...¿Tiene que ver con S. Juan o es simplemente que no te gusta pensar en una fogatita andando sola por lugares pantanosos o cementerios? Esto lo he tomado del DRAE y reconozco que no sabía yo que la expresión tenía tanto morbo. Marta