Lo reconozco. Llevo unos cuantos días de capa caída, no se me ocurre ni una mala entrada y no me inspira ni el maravilloso inicio otoñal de Frankfurt con sus cálidos colores y temperaturas fresquitas pero agradables. No me hallo y quizás por ese motivo me dedico a vagar por los periódicos virtuales de este y del otro lado del Atlántico a la búsqueda de un suceso, evento o acontecimiento que me dé guita para echaros una parrafadita, por lo menos una vez a la semana.
¿Y de qué os hablo hoy? Pues dada esta ignorancia supina que de mí cae como las hojas otoñales de los árboles "del destape" (me refiero a esos de hoja caduca) tengo un "cacao mental" ingente que me induce a mezclar las diversas historias que han ido tomando posesión de mi memoria corta en los últimos días. No sé por qué pero me he quedado con la terrible figura del cura argentino (de cuyo nombre más vale ni acordarse) que colaboró con los represores de la dictadura argentina en sus acciones de secuestro y tortura de miles de hombres y mujeres inocentes. Bajo la oscura sotana se ocultaba el brillo de la daga, podría decirse, pero me parece que todo el asunto no admite la más mínima lírica y si ya Adorno habló de la imposibilidad de hacer poesía tras Auschwitz, la historia de las dictaduras latinoamericanas en el siglo XX habrá de ser escrita en clave de prosa y ensayo, de denuncia y clamor porque el horror debe figurar en las construcciones semánticas del ser humano. Al fin y al cabo, somos sus sujetos y objetos.
Cambiando de tercio (por aquello de que una hoja que cae, no lo hace de forma vertical) me ha gustado ver brevemente esas fotos de Pablo Neruda que forman parte de un volumen recopilatorio de muchas instantáneas del poeta chileno. Era un hombre guapo, de mirar intenso y pelo bien engominado. No necesariamente mi estilo pero desde luego derrochaba carisma y seguridad en sí mismo. Lo que son las apariencias. No obstante, (dado que las hermosas fotografías de Pablo han sido desplazadas en cuestión de minutos por las de Doris Lessing también yo hago aquí una rasante variación temática) la planicie y el relajamiento de un rostro sin arrugas pueden ser mucho más feos que una cara repleta de surcos de vida, hoyuelos y manchas solares. Si miráis las fotos de Lessing apreciaréis que esta mujer transmite con sus canas arreboladas en el moño y sus labios pintados de carmín una plenitud vital que rara vez se encuentra en semejantes primeros planos criminales. Me cautiva esa serenidad británica con la que mira hacia delante, me inspira (no sé aún a qué) su frente abierta y de arrugas concéntricas...Si me hago mayor, mayor, si me da el cuero para tanto, que sea como ella...Lo del Premio Nobel no hace falta.
¿Y qué más? Pues la verdad es que no quería pero lo voy a escribir. ¡Qué le vamos a hacer! Mi rinconcito del corazón dedicado al "marujeo" (difícil palabra esta. Podría trabajar toda una entrada para definirla. Mira por donde, de ahí salen los temas) se ha dolido un poco cuando ha leído que Pe y Bardem son pareja. Mi consuelo: que lo hagan por el "bussiness", por darle un tironcito a la carrera del actor español. Cuestiones de cálculo y demás. Ya sabemos que a estos actores no les cuesta nada darse unos besitos vestidos de negro o blanco en cualquier playa paradisíaca. Para eso les pagan y si lo explotan en beneficio propio, pues no se puede uno quejar. Pero como yo no sabía qué contaros, me quejo, me rasgo las vestiduras y os dejo así, echa unos trapos, hasta la próxima.
1 comentario:
Bueno, la verdad es que hacer una entrada con tres o cuatro noticias es lo mismo que hacer una cada día durante cuatro días, no?
Por cierto, intuyo algo de celillos a Pe.
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