lunes, 26 de noviembre de 2007

Titulitis


Dícese de la enfermedad contagiosa desarrollada en la España cañí perimetralmente opuesta al talante picaresco de bajas y altas cunas. De todo hay en la viña del Señor.

Por un lado, el afán de conseguir cuanto mayor número de certificados mejor. Ya se sabe lo que valen para una oposición o para conseguir según qué trabajo. La realidad es que hay gente con una licenciatura, un par de másters, una veintena de congresos y un centenar de cursos de formación aspirando a entrar de botones en un banco o "linterna" en un cine. A veces me sorprende esta gente porque creo que deben ser personas que no duermen.

Por otro lado, el título de República bananera. Si hace unos meses nos sorprendíamos con los títulos no oficiales sorpréndanse ahora con los que ofrecemos en la imagen.
Se dice que la mayoría de títulos "pícaros" provienen de Latinoamérica o de Europa del Este. Pasa igual con algún que otro título nobiliario. Algunos han llegado a comprar soleras de países inexistentes.
¿Habría comprado la princesa de Rubén Darío su título y por ello estaba tan triste?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues me parece que los tiempos han cambiado, porque junto con el descenso de la natalidad y las ganas que tienen ultimamente los jovenes de estudiar, los que tengan titulo no entraran de "botones" ni de "linterna" (oficios, que perdona, Mila, ya no existen) sino de directivos. El ansia de titulizacion de este pais, tan profundamente arraigado en la generacion de la posguerra, que causo estragos en varias generaciones de niños (entre los que me encuentro), ha dado paso a un pasotismo por parte de los padres, los cuales dejan la educacion en manos de los profesores. Y estos pierden dia a dia poder de atencion entre sus alumnos ayudados por los padres de estos, que acusan a los maestros de tener en el punto de mira a sus retoños y encima los denuncian por acoso. Madre mia, que tiempos aquellos en los que se miraba al profesor con respeto y educacion...
Supongo que el sistema educativo actual, basado en un modelo de tolerancia y comprension al alumno y que intenta hacer participe a los padres y alumnos del proceso educativo trata a los alumnos como adultos, cuando no lo son y esperan cosas de ellos que son en su mayoria imposibles.
Las ideas progresistas no siempre acompañan al progreso social y ahora estamos viviendo las consecuencias de la famosa LOGSE que ni entiendo ni entendere, que esta produciendo unas deficiencias culturales muy importantes. Asi que si la gente quiere tener un titulo, mas le vale apuntarse ahora, que a la Universidad Publica le sobran plazas en España.
(Por cierto, para los que no tengais "ñ", probad con la combinacion de teclas ALT y 0241)

Anónimo dijo...

A mi lo de la "ñ" no me sale...Mejor me la pongo en un documento Word y luego la copio y pego...Así, sí. Bueno y sobre lo que hablas de la educación, yo que viví los últimos coletazos de la enseñanza franquista con maestros a los que había que llamar Don Epifanio o Doña Eugívidis (sí, sí, así se llamaba la malvada) y que te soltaban un capón a las primeras de cambio antes de haber siquiera dicho "mu", no lamento mucho los golpes recibidos y sí la educación proporcionada...Basada en una autoridad no justificada, en jerarquías que sólo se mantenían a base de palos y que no permitía preguntas denominadas "insolentes" (una era la típica, "¿de dónde vienen los niños, Sr. Maestro?" acompañada de las inevitables risitas de los más espabilados). No tengo ni idea de cómo se educa hoy a los imberbes y me imagino que como siempre habrán tirado para el otro extremo, es decir sin golpes ni gritos, de forma antiautoritaria, ecológica y tal y tal...Mi única pregunta es si la sociedad española ha cambiado tanto de raíz como para haber eliminado los autoritarismos, violencias verbales e intolerancias de antaño...No es sólo el colegio o los maestros los que educan, somos todos, cada día, discutiendo con el Sr. Policía o con la parienta, quejándonos del precio de los tomates o exigiendo seriedad a los funcionarios. Para esa educación no hace falta título y mira por donde es de la que más va faltando en la Península. A menos decoro, urbanismo y tolerancia, más títulos de papel maché y más arrogancia académica...No sé, por mí es mejor que volvamos al tema aquel de que la mejor carrera es la vida. Sin duda se aprende más que en la universidad o en cualquier academia. Marta